DEL TIRO PARABÓLICO A LA TEORIA DEL CAOS

Escrito por: Felipe Jaramillo Vélez

Categoría: Comunicación

RESUMEN

La comunicación científica es el camino para el desarrollo de los pueblos [1], sin embargo las discusiones sobre la falta de mecanismos para divulgar la ciencia, ha creado una barrera, que divide al mundo entre la comunidad científica y los demás, perdiendo de foco la verdadera finalidad de la Comunicación de la ciencia, es decir, la apropiación social del conocimiento. Es por eso que en la era de las ciencias y las comunicaciones hace falta comprender las nuevas lógicas comunicativas, para entender así los nuevos retos de la ciencia.

Hasta el momento las discusiones acerca de la Comunicación de la ciencia se han centrado (véase, entre otros, Jacobi D, Schiele B. Estrada Martínez), en un problema de divulgación, atravesada esta por un problema de código y de canal. Sin embargo, como veremos a continuación el problema de la comunicación de la ciencia trasciende el acto de la divulgación para centrarse en un problema de apropiación social.

DEL CIRCO AL CARNAVAL

UN SALTO SIGNIFICATIVO PARA LA COMPRENSIÓN DEL SER

La ciencia ha sufrido varias transformaciones comunicativas a lo largo de la historia, en un principio cuando la iglesia controlaba la comunicación [2] y limitaba la divulgación del conocimiento a uno pocos, el acto comunicativo era nulo, los científicos eran muchas veces considerados herejes, y personas no gratas de la comunidad, por eso terminaban aislados, incomunicados y hasta excomulgados (fuera de la comunión, fuera de la comunidad).

Más adelante, con la ayuda de elementos como el papel y la imprenta, la comunicación adquiere un estatus más social, la alfabetización de los pueblos, y la impresión en masa de textos, lanzó al hombre hacia el futuro [3], buscando como viene después, nuevos caminos para propagar la información, y fue así como el telégrafo antecedió a la radio, a la televisión, al cine y a la Internet. Y con ella a lo que muchos llamaran el siglo de las comunicaciones.

Tras los primeros hallazgos, el papel juega un papel importante en la comunicación de la ciencia, los escritos de científicos acerca de sus encuentros y desencuentros, construyeron buena parte de lo que es hoy la humanidad, dibujos, fórmulas matemáticas y hasta cartas de amor, llevaron a que la ciencia alcanzara un estatus y su propio poder, con el que ya podía competir con otros regímenes.

La información adquiere entonces un valor significativo, se convierte en una mercancía necesaria para ostentar el control, Quien tiene la información tiene el poder [3], Frase con la que se inicia la revolución de los MASS MEDIA, donde era necesario controlar no sólo el mensaje, sino también el canal, fue así como el mundo se dividió en dos, el capitalismo que inundó el mundo de comerciales, camino a la globalización y el consumismo, y el comunismo, que a través de su propaganda mantuvo el status quo, herramienta hegemónica de su carrera hacia la colonización social del mundo.

Ya en la era industrial, donde el conocimiento adquiría la forma de esquemas rígidos planteados en su mayoría por ingenieros, se establece la teoría de la administración de Taylor y Fallol, una manera lineal de producir en masa, así mismo, se masifica la construcción de ferrocarriles ya no sólo nacionales, sino transnacionales, y se dan los primeros pasos para crear una teoría de la Comunicación.

Fue así como a finales de los años 40 Claude E. Shannon [4], ingeniero de la compañía BELL, estableció un esquema, que se convertía con los años en un paradigma de la Comunicación, el modelo lineal que planteaba la existencia de un emisor, un mensaje, un canal y un receptor.

Este modelo fue adoptado por el mundo, dividiéndolo nuevamente en dos: los emisores (activos) y receptores (pasivos), con lo que se dio el más grande desarrollo de los medios masivos de comunicación, mensajes surcaban ya los cables por todo el mundo, la era industrial había encontrado el camino a su desarrollo, cada vez se podía llegar a más personas, en más lugares del mundo, se había roto así el mito del círculo cerrado, de la sociedad monolítica, ya la comunicación había traspasado las fronteras y con ella el hombre había alcanzado liberarse de su aldea primitiva, para alcanzar la aldea global de la que hablara Mcluhan [5].

El modelo lineal estaba lejos de comprender la magnitud de la comunicación humana, al ser esta una representación telegráfica, mecanicista (no por la utilización de mecanismos, sino por su absoluta linealidad y orden de los elementos) en la que se considera al emisor, al receptor, al mensaje y al medio, de una manera estática y predecible, y si hay dos cosas que pueden definir a la comunicación humana es que esta es: dinámica e impredecible.

El modelo lineal asumía de antemano que el emisor hablaba en el mismo lenguaje que el receptor, sin embargo, cuando hablamos de conocimiento científico este supuesto se perdía, el lenguaje empleado era técnico y articulado generalmente con modelos matemáticos de difícil comprensión para un público generalista. Así mismo el modelo imponía un monopolio del canal, el cual controlaba a través de mensajes dirigidos, icónicos y cargados de espectacularidad al gran público, y en esto la ciencia perdía todo interés para la industria mediática, al considerarle como un producto aburrido y de poco interés para la gran audiencia.

Así pues la divulgación científica entra en un auge por escribir en revistas indexadas, divididas por temáticas, jounalist especializados escritos para el dialogo entre la comunidad científica, creando una comunicación intersubjetiva directa [6], entre un grupo reducido de personas con una afinidad común, provocando una  “concentración del poder y un esclavismo de quienes no lo ostentas”, tal como lo afirmará Michael Foucault en su libro Microfísica del poder.

Ante la incompatibilidad del modelo comunicativo lineal y la necesidad de divulgar la ciencia, se crea un discurso basado en una incapacidad lingüística y en una restricción del canal comunicativo, con lo que la ciencia y sus resultados se aíslan del público en general, sin embargo como se dijo al inicio de este texto, hoy en día el problema de la Comunicación de la ciencia no es un problema de divulgación, sino un problema de apropiación, la sociedad ya no quiere ser la parte pasiva del circo, quiere por el contrario se la parte activa del carnaval [7]. Lo que nos lleva a plantear un estadio, en el que la Comunicación ya no es lineal, ni la ciencia es un mito cerrado.

DEL TIRO PARABÓLICO A LA TEÓRIA DEL CAOS

Uno los escenarios creados para la divulgación científica y que han tenido un amplio desarrollo a nivel mundial, son los parques científicos interactivos, lugares donde se puede palpar la ciencia sin intermediarios y con las propias manos, y es justo allí, con un par de experimentos clásicos, con los que podemos explicar el entorno de la Comunicación actual.

El movimiento parabólico, fenómeno analizado por Galileo en el siglo XVI, decía  que: “Se denomina movimiento parabólico al realizado por un objeto cuya trayectoria describe una parábola. Se corresponde con la trayectoria ideal de un proyectil que se mueve en un medio que no ofrece resistencia al avance y que está sujeto a un campo gravitatorio uniforme.”

Lo anterior es sin ninguna duda una caricatura de la comunicación lineal ya explicada ampliamente en este texto, un emisor lanza un proyectil, (mensaje), el cual viaja por el medio ideal, una parábola y con un campo gravitatorio uniforme (medio de comunicación), para dar en un blanco (receptor).

Un segundo experimento encontrado en los museos de ciencia nos lleva al estudio del caos, una urna de cristal cuadrada con esferas de icopor en su interior en estado de reposo, las cuales al excitarlas con una columna de viento ascendente, salen despedidas y chocan contra las paredes una y otra vez, hasta cesar el impulso que las puso en movimiento, donde nos daremos cuenta que todas las esferas están en lugares diferentes, difícilmente predecibles, incluso si no cesamos la columna de aire éstas flotaran eternamente.

Este experimento nos brinda una representación más clara de la comunicación moderna, un acto dinámico, totalmente impredecible y no manipulable. En el que si bien es cierto se conservan los elementos de la comunicación lineal, estos ya no son una condición sine qua non para que exista el acto comunicativo.

El emisor. Si nos apegáramos al modelo lineal, el emisor del mensaje inicial sería el científico, sin embargo, en esta nueva dinámica donde el emisor y el receptor se confunden, al no ser la comunicación un juego de ping pong, donde la pelota viene y va de una manera predecible en el tiempo y en el espacio, vendría siendo el emisor primario la sociedad, pues es de las necesidades de las personas de donde se desprenden las necesidades científicas, y con esto no me ausento de las necesidades propias de ego de los científicos o de las aspiraciones tecnócratas [8] de los productores en masa de tecnología, pues ellos, así a veces no lo quieran creer, también son ciudadanos comunes y corrientes, y aquí valdría la pena advertir que en la comunicación de la ciencia desaparece ese mito de que en la ciencia existen sólo dos actores: los científicos y los demás, la comunicación no advierte barreras, pues ha dejado de ser un comunicación lineal infranqueable a una comunicación radiada.

La comunicación dada por este emisor primario, no está expresado en textos explícitos la mayoría de las veces, pues si asertivamente decimos que todo comunica, hasta el silencio, tendríamos una representación de la urna de cristal, donde todo lo que fluye por ella nos dice cosas que podemos interpretar, más no definir a la perfección (en la comunicación humana 1 mas 1 no siempre es 2), y todo es susceptible de análisis, si esto no fuera cierto, miles de científicos en diferentes partes del mundo, no estudiarían al mismo tiempo, el virus que produce la gripe AH1N1, desde diferentes puntos de vista y bajo diferentes métodos.

Y si fuéramos un poco más estrictos en lo que hemos dicho hasta el momento, hay mensajes que ni siquiera han sido expresados por un emisor y aún así son susceptibles de tratamiento por parte de los  científicos, quienes en un modelo lineal serian los receptores. En este modelo desaparece los elementos lineales de emisor y receptor, como entes independientes, para pasar a ser actantes (actores en acción).

El mensaje. En el modelo lineal, se daban por sentado que el mensaje emitido sería entendido por el receptor, lo cual nos daría como resultado que este último tenia no sólo la capacidad de decodificar el lenguaje en el que fue dado el mensaje, sino que su entorno (grado de experiencia, escolaridad, desarrollo profesional y social e intencionalidad) son iguales o muy similares. Lo cual es a todas luces imposible en la interacción comunicativa entre las personas, y mucho más si hablamos de comunicación científica. En ese sentido Moler [9], en la búsqueda de la democratización de la comunicación, agregó un elemento al modelo lineal, llamado por él, el micromundo, el cual servía de filtro y de estandarizador de la información, con lo que se podría solucionar en parte el problema de la divulgación científica, pero no así el de la apropiación social.

En la comunicación de la ciencia el problema del mensaje, no es de tipo lingüístico como muchos lo han dicho, el lenguaje es cada vez menos una barrera, si se entra a la red y colocamos en un buscador [10], la palabra Psicología, encontraremos que se referencian: 23.700.000 páginas Web relacionadas 143.000 imágenes, 10.800 videos, 4.449 noticias y 3.010.000 Blogs entre otros, en los que podemos encontrar documentos en un lenguaje exclusivo para psicólogos, para niños, para docentes de escuela, para estudiantes de doctorado, para adultos mayores, y hasta para analfabetas informáticos. Y lo que antes era un problema del receptor, el cual no era competente para entender el mensaje, ahora es un problema del emisor, al enfrentarse no sólo a públicos muy distintos, sino a un universo nuevo de lógicas comunicativas.

El canal. El modelo lineal estaba diseñado sin ninguna duda para medios de comunicación tradicionales (la radio, la televisión y los medios escritos), los cuales seguían la dirección de la flecha [3], es decir un emisor daba un mensaje, con la intencionalidad de que este llegara a un receptor masa, poco crítico, que simplemente apropiaba lo dicho y actuaba, el mensaje no era un elemento debatible, el mensaje era ley. En la actualidad ningún mensaje es ley, planteamientos mundialmente reconocidos por siglos son debatidos día a día, así pues la teoría de la geometría euclidiana de que la distancia más corta entre dos puntos es una línea recta, ya no es tan clara Por lo menos en nuestro universo la distancia más corta entre dos puntos no puede ser una línea recta ya que el espacio-tiempo esta curvado”.

La lógica de los llamados “nuevos medios” y de las nuevas lógicas comunicativas nos lleva nuevamente a la urna de cristal. La convergencia de los medios tradicionales y los llamados medios alternativos y el paso de lecturas lineales mediales, a las estructuras híper textuales, nos entregan un panorama ya muy distinto, en el que se pierde el orden y la secuencialidad, y hasta la división planteada por Mariano Cebrian Herreros [11], quien planteaba la existencia de cuatro fronteras de la comunicación, entre los que se distinguían: los medios interpersonales, locales, nacionales y los internacionales, para pasar ahora a una sola frontera, los medios universales.

Los canales hípertextuales unidos a las herramientas propiciadas por la red, nos dan una lógica donde el emisor ya no es único, ni siempre una autoridad, ahora la comunicación es creada por una gran comunidad que opina, discute, crea y re-crea la realidad, lo cual tiene sus peligros, pero siempre serán menores que los que se tenían en la comunicación flecha, donde se acostumbraba pontificar expresándose en términos de realidades absolutas.

El receptor. Por último tenemos el eslabón final del modelo lineal, el receptor, en el que nos detendremos poco, pues ya se ha expuesto demasiado sobre la inexistencia de este elemento en la interacción humana, al integrarse al emisor como una sola unidad de sentido.

En la experiencia de la urna, en la que la comunicación nunca cesa su movimiento, el receptor está y no está presente, la información fluye en todas direcciones, pero más importante aún, siempre esta presente. En este sentido se pierde la lógica de captación del mensaje por parte del llamado receptor, la lógica de los medios masivos de comunicación controlaba entre otras cosas el tiempo y el espacio del receptor, es decir era el medio el que decía a que horas y donde se debía estar para recibir un mensaje, en la actualidad esto es un absurdo, el receptor es ahora quien decide: a qué hora, con qué tipo de lectura, y cuánto tiempo le dedicará a la recepción del mensaje, este es ya un ente autónomo.

NUEVO PANORAMA, NUEVA EXIGENCIA.

El objeto final de la Comunicación científica, como lo hemos dicho antes, no es ahora otra más que la apropiación social del conocimiento, indiferente de cual sea la forma en que la sociedad lo emplee. Con lo que tenemos un peligro potencial, la exposición del código madre, sin embargo en estos momentos estamos migrando a un mundo donde toda la información debe ser de conocimiento público, (para que esconder algo que tarde que temprano saldrá al mundo), pues de lo contrario seria regresar a la época de la inquisición, donde la iglesia relegaba el conocimiento a unos pocos para poder controlarlo todo.

La ciencia es la aproximación del ser humano al conocimiento de la naturaleza y de la transformación de los elementos para lograr el bienestar de éste, y en últimas de la búsqueda utópica para muchos de la felicidad, en la que el individuo ve satisfechas no sólo las necesidades básicas, sino que también le da la posibilidad a acceder a otras, que además de bienestar le brindan un estado de satisfacción y de placer.

Los nuevos órdenes comunicativos nos brindan una inmensa posibilidad de humanizar la comunicación, al eliminar fronteras, al democratizar la información, al propiciar herramientas que permitan romper esquemas y paradigmas, acabando con el monopolio de los medios y con la exclusividad del mensaje, lo que nos debería llevar a terminar la discusión sobre la talanquera existente entre el científico y el periodista, así como de la ignorancia del mundo acerca de los temas científicos y su lenguaje, como único escollo de la comunicación científica y pasar a una apropiación de un nuevo orden, en el que el reto para el científico no debería ser la ciencia, sino que debería ser el hombre.

[1] Esta frase retórica podría tener muchas acepciones, al incluir dos palabras en la que el significado y el significante pueden diferir según el contexto. La palabra ciencia, es comúnmente asociada con: investigación, desarrollo y hasta con tecnología, no obstante, y para no entrar en discusiones semánticas, definiremos la ciencia como el proceso mediante el cual se adquiere conocimiento (utilización del método científico). La palabra desarrollo, siempre cuenta con un prejuicio, esta asociada generalmente con el capitalismo, sin embargo en este texto el desarrollo esta en la línea de alcanzar elementos que brinden un bienestar de las personas.

En este sentido, se ve también, como los pueblos que han apostado al desarrollo de la ciencia y no a la utilización de las armas, han logrado mayores estándares  de niveles de vida sus ciudadanos.

[2] Si tomamos esta frase al pie de la letra, resultaría siendo no más que una falacia, pues no podemos ligar la palabra principio a la palabra iglesia, ni siquiera si retomamos los textos bíblicos del génesis, la iglesia es un invento de la modernidad, y el principio diría Darwin, esta más bien en la evolución.

No obstante lo anterior, en el texto, nos remontamos a un tiempo en el que el conocimiento adquirió una gran importancia para ostentar  el poder, y donde se presentaba a través de dogmas de fe, que generalmente estaban en contra posición a las posturas científicas.

[3] Esta es una frase utilizada por el profesor Tropea (en sus clase, que son un tanto más espectaculares que sus ya muy buenos textos), en la que expresa, su teoría de la comunicación, en la que encuentra la flecha como un lugar común, para hablar del progreso, una caricatura de lo secuencial y mecanicista de un proceso social, mirado erradamente desde conceptos matemáticos.

[4] Claude E. Shannon, era un ingeniero de la compañía Bell, quien estaba tras la búsqueda de un mecanismo para transmitir información, y cuyo resultado fue uno de los paradigmas más grandes de la comunicación.

Lo de Weaber, es tan sólo una anécdota de quien firma los proyectos para pertenecer a la historia.

[5] Marshall Mcluhan, era un filósofo canadiense, quien estudió tanto la comunicación, que logró acuñar con el titulo de dos de sus obras, conceptos que engloban toda una cultura, La galaxia Gutenberg o la Aldea Global y el medio es el mensaje.

[6] Esta es una expresión empleada por el Profesor Fabio Tropea, en su texto El bit y la hormiga. Especificidades e interferencias entre lo interpersonal y lo mediático en la comunicación. Para hablar de la decadencia de la Comunicación de masas y la aparición de nuevas dinámicas comunicativas

[7] El símil del circo, se presenta como un medio para explicar la interacción creada por los medios masivos de comunicación, donde el espectador es totalmente pasivo, sin posibilidades de feedback, ni de acciones propias concientes, mientras que el carnaval, es un espectáculo en el que todos podemos hacer parte, escogiendo la forma de interactuar, teniendo más opciones y más libertad de acción.

[8] si definimos al pie de la letra la palabra tecnocracia, tendríamos que decir que: El término tecnocracia se deriva de los vocablos griegos Tecnos (técnica) y kratos (fuerza, dominio o poder), por tanto, tecnocracia significa literalmente “gobierno de los técnicos”.

Sin embargo en el texto se emplea la palabra tecnocracia queriendo hablar de lo que es la técnica por la técnica, es decir cuando estamos gobernados por las tecnologías, las cuales inventan lógicas muchas veces en contraposición de las verdaderas necesidades.

[9] En 1967, en su libro Sociodinámica de la cultura, el profesor Abraham A. Moles, agrega un nuevo concepto al modelo lineal de Laswell, en el que integra a un personaje fuera del emisor y el receptor y que sirve de decodificador de la información inicial.

[10] El buscador empleado fue Google, el día 20 de febrero de 2010, esto se aclara, ya que al ser este un medio tan dinámico es claro que una búsqueda posterior podrá ser sin duda mayor.

[11] En el texto, El video empresarial e institucional en España, Mariano Cebrian Herreros, plantea la existencia de cuatro fronteras para el audiovisual corporativo, definidas estas por el medio, en el que se va de los medios intimistas, totalmente locales, a medios masivos, totalmente trasnacionales.

Bibliografía.

CEBRIAN, Mariano. El video empresarial e institucional en España, Editorial Ciencia 3, España, 1990

ESTRADA MARTINEZ, Luis, La divulgación de la ciencia, Revista Ciencias N. 27, México. 1992

FOUCAULT, Michel, Microfísica del poder, Editorial La Piqueta, España 1979.

JACOBI, Daniel y CHIELE, Bernard, Vulgariser la science. Le proces de l´ignorante, Editions Champ Vallon, 1988

PEREZ TORNERO, J. M., La nueva competencia comunicativa en un contexto mediático. Libro Comunicación y educación en la sociedad de la información, editorial Paidós, España, 2000

Sánchez Zuluaga, Uriel H. Modelos y esquemas de comunicación, Editorial Universidad de Medellín, Colombia 2006.

SHANNON, C.E Y W. WEAVER, Teoría matemática de la comunicación, Madrid, Editorial Forja, 1981 (original publicado en ingles, 1949)

TROPEA, Fabio, El bit y la hormiga. Especificidades e interferencias entre lo interpersonal y lo mediático en la comunicación. Libro Comunicación y educación en la sociedad de la información, editorial Paidós, España, 2000

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